¿Quién ganará las elecciones al Parlamento Europeo?


Los resultados de las elecciones europeas del 22 al 25 de mayo pueden ofrecer varias lecturas sobre el ganador o los ganadores. ¿Ganarán los socialistas o los populares? ¿La izquierda europea de Tsipras superará a los verdes? ¿Los populistas anti-europeos ganarán la partida a los conservadores euro-escépticos? ¿La extrema derecha tendrá grupo propio en el Parlamento Europeo?

El principal foco de la elección estará puesto en la familia política ganadora, puesto que el partido político europeo con más escaños en el Parlamento estará en disposición de proponer a su candidato como nuevo Presidente de la Comisión Europea. Las encuestas arrojan un empate virtual entre populares y socialistas. Jean-Claude Juncker y Martin Schulz pelearán hasta el último voto para conseguir que su grupo político sea el más votado. Las encuestas sitúan a los socialistas entre 200 y 210 diputados y a los populares entre 210 y 220. En cualquier caso, el candidato ganador es probable que obtenga unos 50 millones de votos. Un resultado remarcable si consideramos que Angela Merkel fue reelegida el año pasado con 18 millones de sufragios. El ganador, sea Juncker o Schulz, será el líder europeo con mayor respaldo popular de la historia de la Unión.


¿Quién gana? ¿Quién pierde?

Una segunda lectura del resultado nos lleva a considerar qué grupos políticos ganarán votos y escaños y qué grupos bajarán su nivel de representación. Las proyecciones de encuestas realizadas por Poll Watch 2014 y Electionista nos ofrecen una panorámica bastante diáfana. El gran perdedor de estas elecciones puede ser el PPE -puesto que puede perder más de 60 escaños-, seguido de los liberales -que podrían perder 20 y quedarse en los 60- y los verdes -que obtendrían 40 o 42 diputados, unos 15 menos  que en 2009. El grupo de los conservadores euroescépticos  también podría perder hasta 15 de sus actuales 57 escaños.

El batacazo de los populares se debe principalmente a la pérdida de diez o más escaños en Italia, Francia y Polonia, además de pérdidas significativas -entre 3 y 5 escaños- en Alemania, España, Hungría y Rumanía. Es decir, descensos importantes en los países más poblados de la Unión, aunque en las últimas proyecciones parecen frenar el descenso en Polonia y Hungría.

El descenso de los liberales (ALDE) se deberá, principalmente, al fuerte descenso de los liberales alemanes, británicos e italianos -que conjuntamente pueden perder más de 20 diputados. Sin embargo, a pesar de que los actuales los partidos miembros de la Alianza Liberal pueden sufrir un notable descenso, el grupo de los liberales en el Parlamento puede verse beneficiado de nuevas incorporaciones, como el partido checo ANO 2010 -que probablemente gane las elecciones en su país- así como el posible ingreso en el grupo liberal de los diputados españoles de UPyD y Ciudadanos. En ese caso, el grupo liberal podría llegar a los 75 o 76 diputados.

El descenso de los verdes, si se termina produciendo, será consecuencia de las pérdidas combinadas de los verdes alemanes y franceses, de 5 y 10 diputados respectivamente. Finalmente, el descenso de los conservadores euroescépticos (ECR) será consecuencia del descalabro de los tories británicos, que pueden perder un tercio de sus diputados.

¿Dónde irán los votos que pierden populares, liberales, verdes y conservadores euroescépticos? Los grandes ganadores de esta elección podrían ser la izquierda liderada por Alexis Tsipras (GUE), que puede ganar más de 20 escaños -gracias a los buenos resultados en Grecia, España, Italia e Irlanda- y el nuevo grupo de extrema derecha  "Alianza Europea por la Libertad" (EAF) que podría conseguir hasta 40 escaños y grupo propio en el Parlamento, unos 20 o 25 escaños más que actualmente, debido al fuerte incremento del Frente Nacional en Francia.

El grupo de los populistas anti-europeos también podría crecer casi 10 diputados -debido al espectacular resultado del UKIP, que triplicaría los escaños, compensando el descenso de otros pequeños partidos del mismo grupo. El grupo aún podría crecer más, hasta los 64 diputados, en el caso la veintena de diputados del Movimiento 5 Stelle se sumen al grupo, como predice el politólogo Simon Hix desde VoteWatch Europe.
 

¿Qué mayorías políticas podrán formarse?

La tercera y última lectura de los resultados nos lleva a considerar qué mayorías políticas pueden crearse en el próximo Parlamento Europeo. Mayorías necesarias para elegir al nuevo presidente de la Comisión. En el parlamento saliente existían dos grupos políticos a la izquierda del Partido Socialista Europeo: el grupo de los Verdes con 57 diputados y el grupo de la izquierda unida europea con 35. El conjunto de la izquierda sumaba 288 de los 766 escaños del Parlamento: un 37.5% de la cámara. A la derecha del Partido Popular Europeo podíamos encontrar otros dos grupos políticos: los conservadores y reformistas con 57 diputados y el grupo de la libertad y la democracia, con 31. El conjunto de la derecha sumaba 362 diputados, un 47% de la cámara. En medio, los liberales, con 83 escaños y los 33 diputados no-inscritos.

¿Qué puede pasar en el próximo Parlamento? Según las proyecciones, los tres grupos de izquierda podrían sumar poco más de 300 diputados, un 40% de la cámara. Los tres grupos a la derecha del PPE -euroescépticos, populistas y extrema derecha- podrían sumar unos 120-130 diputados -sin tener en cuenta la posible incorporación del Movimento 5 Stelle en el grupo EFD. Es decir,  un 16-18% del total. Si le sumáramos los partidos populistas y de extrema derecha que no se incorporarán en ninguno de los tres grupos -incluyendo aquí sí a la nueva fuerza política italiana- llegarían a los 150, un 20% del Parlamento. Un dato importante, pero similar a la de varias democracias europeas como la holandesa o la austríaca, y que no tiene por qué condicionar la labor parlamentaria. Finalmente, una posible alianza entre el PPE y los liberales podría sumar entre 270 y 290 diputados, entre un 35 y un 38% de los diputados.

Por consiguiente, no parece que se puedan crear mayorías políticas claras. Y se deberá llegar a amplios acuerdos entre las principales fuerzas políticas para elegir al nuevo presidente de la Comisión. En este sentido, lo más relevante será que los principales grupos parlamentarios (populares, socialistas y liberales) acepten la premisa que el candidato del grupo político más votado debe ser nombrado presidente de la Comisión. Es lo que parece apuntar la reunión ya convocada para el martes 27 de mayo entre los presidentes de los tres grupos parlamentarios. Populares, socialistas y liberales pueden acordar que el Parlamento Europeo sólo apoye como candidato a la Comisión al ganador de los comicios, a la vez que se comprometan a facilitar su elección.

La gran batalla del día después de las elecciones se producirá entre el Parlamento y el Consejo Europeo -que se reunirá la noche del martes 27- sobre quién es el elegido para presidir la Comisión.  Y es probable que el ganador de esta batalla sea el Parlamento, que por primera vez impondrá su candidato, a pesar de las reticencias de los jefes de gobierno. La victoria del Parlamento conllevará el refuerzo de la Comisión, que estará liderada por un líder político fuerte y con legitimidad democrática.

Pero a nivel personal, sólo habrá dos ganadores potenciales: Juncker o Schulz. Y el ganador dependerá de los votos de los millones de europeos que acudiremos a votar en los próximos días. Si los grandes partidos hubieran querido hacer una campaña electoral genuinamente europea, el lema hubiera podido ser muy sencillo: "¿Juncker o Schulz? Tú decides". Uno de los dos será el gran ganador de estas elecciones. 

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